GUIAME 1966

PROMOCION 1966 TNTE. GC GUILLERMO ALCANTARA MENA

LA UNIFICACIÓN


Recuerdo en tiempo presente, que cuando se nos ¿reorganizó? bajo el falso título de «¿unificación?, Alan Garcia Pérez, culpable de tal magnicidio institucional, tuvo la premeditada y alevosa intención de desaparecernos como «Guardia Civil», al igual y paralelamente que a las otras dos hermanas, la «Policía de Investigaciones» y la «Guardia Republicana», por apetitos personales y revanchismos políticos partidarios, más que por razones y necesidades técnicas.

Se trató en todo momento de despreciar y menospreciar los Deberes de Función de cada una de ellas y con ésto, rebajar el auto estima personal de cada uno de sus miembros, pretendiendo borrar de un sólo plumazo, la Historia de cada una de ellas, y con dicha acción desconocer la pleyade de Héroes y Mártires que se inmolaron y sacrificaron muchos de ellos, casualmente por cumplir con su deber, luchando contra las huestes terroristas dirigidas por el «Presidente Gonzalo» del mayor genocida de la Historia peruana, Abimael Guzmán Reynoso, hoy ya ante la justicia Divina, y al que siguen ideológicamente en el actual gobierno.

Alan Garcia trató, y hasta la fecha nadie lo ha logrado, ni lo podrán lograr, ni siquiera los integrantes del aparato gubernamental actual con Pedro Castillo Terrones a la cabeza de todos sus seguidores ideológicos del comunismo marxista, leninista, maoista y del pensamiento Gonzalo que no es otra cosa que «Sendero Luminoso» en su esencia. Mientras viva un sólo Policía, siempre vivirá con él, en el recuerdo cada una de las Instituciones Tutelares del Estado que formaron parte de las Fuerzas Policiales, que hoy conforman la Base y los Pilares de la actual Policía Nacional del Perú.

Se les quiso arrebatar a cada una de ellas, sus arraigados Lemas que son el Norte y la Base fundamental de su existencia. Los lemas Institucionales son la base fundamental, pues representan los Valores que rigen el ordenamiento de la vida humana en una sociedad organizada.

Lo expresaré en tiempo presente, por cuanto ellas no han muerto ni morirán mientras tenga vida y memoria un Policía de formación y Egreso anterior a 1985. La Guardia Civil tiene como Lema «El Honor es su Divisa»; la Policía de Investigaciones le añadió la Lealtad y así tiene «Honor y Lealtad»; la Guardia Republicana la completó con la Disciplina, y quedó «Honor, Lealtad y Disciplina». Éstos son Valores reales, el Honor, la Lealtad y la Disciplina.

¿Con qué reemplazó dicho gobierno nuestros Valores intrínsecos? Pues con idealismos genéricos como Dios, Patria, Ley.
Una Patria cada día más desvalida por culpa de los propios gobernantes; una Ley no solamente ciega como se le representa, sinó también sorda y muda, víctima de la general corrupción que la envuelve al igual que a todos los Sectores Públicos y Privados de la Patria; y un Dios al que no se le invoca sinó cuando se está en peligro, pero al que se ignora y muy pocos creen en EL.

Recuerdo, y lo hago en ésta forma con todo el respeto que se merecen las otras instituciones hermanas, por mi formación en las Canteras de la Benemérita Guardia Civil, donde el respeto y reconocimiento a un Dios, era básico y fundamental. En el interior de los Cuarteles, Comisarías y demás puestos y locales Policiales, siempre existían frases u oraciones con las que nos encomendábamos al Ser Supremo. Ese mismo Dios que nos implantó como Lema dicho gobernante de marras y al que hoy desconoce el Conunismo en el gobierno, pero al cual al parecer no saben ni dirigirse ni encomendarse los ahora Policías nacionales.

Recuerdo que aunque larga, los Guardia civiles tenemos una Oración particular, que escribiré a sabiendas que por lo extensa, muchos no la leerán. Y dice así:

«Siendo un Guardia Civil dedicado al cumplimiento de las leyes, mi deber fundamental es servir a la comunidad; proteger la vida y la propiedad; defender al ignorante contra el engaño, al débil contra la opresión y la amenaza; al amante de la paz y la tranquilidad, contra la violencia y el desorden; y respetar el derecho que tiene todo hombre a disfrutar de libertad, igualdad y completa justicia.
Como ejemplo para otros ciudadanos, mantendré inmaculada la vida privada, tendré calma decidida ante el peligro, la burla o el ridículo; aprenderé a refrendar mis emociones y estaré constantemente atento al bienestar de los demás.
Seré honrado en pensamiento y en acción, tanto en mi vida privada como en el ejercicio de mis funciones.
Seré ejemplo vivo del respeto y cumplimiento de las leyes del país y en la fiel observancia de los Reglamentos que rigen a la Institución.
Cualquier cosa que vea o escuche que se considere confidencial ó que se me confíe en mi condición de Policía, para mí será un secreto que no he de revelar a nadie, a menos que sea para reparar una injusticia ó hacer que prevalezca la Ley.
Nunca seré oficioso, ni permitiré que influyan en mis decisiones, mis apreciaciones personales, los prejuicios, animosidades o recomendaciones que hagan torcer el recto camino de la justicia.
No toleraré el crimen y perseguiré incansablemente a todo el que infrinja la Ley.
Haré cumplir la Ley con juicio y cortesía, pero de manera efectiva.
No demostraré temor al actuar ni tendré mala voluntad hacia individuo alguno.
Para hacer cumplir la Ley evitaré, en cuanto me sea posible, el uso de la fuerza, pero sin demostrar debilidad. Mientras esté en el servicio, jamás aceptaré gratificaciones ni dádivas de naturaleza alguna.
Considero la Insignia de mi Institución como símbolo de la Fé, que ha puesto en mi la comunidad y he de defender su prestigio a costa de cualquier sacrificio.
Me esforzaré constantemente por mantener éstos propósitos e ideales, dedicándome a la Carrera que he escogido por entero, teniendo como norma de mi vida profesional el HONOR que es la Divisa de mi Institución.»

Hoy, con un Gobierno declarado y confeso comunista y por ende anti-democrático, la defensa de la Constitución Política del Estado, recae ya no sólo en la Honestidad de los miembros de la Policía Nacional, sinó también en aquellos de las Fuerzas Armadas, todas las Fuerzas Vivas, el Poder Legislativo, el Tribunal Constitucional, la Procuradoria General de la República, la población, así como las sometidas Fiscalía de la Nación, Junta Nacional de Justicia, Poder Judicial, con las debidas excepciones individuales que confirman la regla.
José Valdivia Sotomayor.
DNI 10312625

Publicado el Categorías Escritos José Valdivia

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