GUIAME 1966

PROMOCION 1966 TNTE. GC GUILLERMO ALCANTARA MENA

La 50 Comandancia GC UNIDAD DE INVESTIGACION DE ACCIDENTES DE TRANSITO


Faltan solamente nueve días, pero cada vez que se acerca un 15 de abril, mi mente prácticamente se llena de recuerdos gratos y muy valiosos, que me acompañan los días en mi hoy apacible otoño de existencia en la situación de Retiro como Oficial Superior de la Policía Nacional del Perú.

Fuí formado en las canteras de la Inmortal y Gloriosa Benemérita Guardia Civil del Perú, y a pesar de las más de sesenta vueltas alrededor del sol, lo recuerdo perfectamente. Era yo Cadete de 3er año, Sub Técnico, cuando corría el año de 1965, y la Jefatura de la Escuela de Oficiales de la Guardia Civil dispuso la asistencia obligatoria de todos los Cadetes al campo deportivo de “Santa Lucia”. Ésto me hizo pensar en que posiblemente se trataría de algún tipo de ensayo ó práctica para desfilar, pero lo inusual era que no teníamos que llevar ninguna clase de armamento (fusil), por lo que dicha convocatoria se tornó más que misteriosa.

El misterio fué «in-crescendo», cuando se nos ubicó a todos en las tribunas y aquellos Cadetes que no lograban ubicarse en ellas, debían hacerlo delante y sentados en la loza. En un momento dado, el entonces Mayor GC Eugenio Gutiérrez Flores, conocido como «el negro Gutiérrez», hizo uso de la palabra, expresándonos que se aperturaba una nueva función Técnica y Especializada en la Institución, con el apoyo de la USAID, la cual había provisto los implementos y la tecnología AdHoc avanzada, para que con su debido uso, la Policía, en éste caso la Guardia Civil, pudiese determinar la velocidad de un vehículo, tan sólo basándose en la longitud de la huella de frenada, en el supuesto caso de haberla dejado como maniobra evasiva de algún accidente de tránsito. Tuvo una larga y confusa explicación en dicha ocasión, por cuanto lo que expresaba era totalmente novedoso y desconocido para el auditorio.

Llegado el momento y ante una órden del expositor, hizo su aparición sobre la loza deportiva, un automóvil, al que se le había instalado un dispositivo en el parachoques posterior del mismo, que seria accionado al momento de que se hiciera funcionar los frenos mientras hacia su recorrido. Éste dispositivo era como un disparador de una especie de pólvora que se dirigía hacia el pavimento y quedaba impregnada en la superficie de la vía como una marca, en éste caso la loza deportiva. Una vez que todo se encontraba listo, le ordenaron al conductor del automotor se dirigiese al final de la loza y empezara su recorrido incrementando su velocidad hasta que lograra una predeterminada y entonces accionara los frenos. Hecho ésto y en el momento del frenado, el disparador hizo su efecto y el vehículo empezó a deslizarse sobre el pavimento producto de la inercia, ya que sus ruedas se encontraban bloqueadas por los frenos. En el preciso momento del inicio del frenaje, la aguja del velocímetro se detuvo, marcando la velocidad que llevaba el automóvil antes de que se utilizaran los frenos. El vehículo dejo unas huellas de frenada bien marcadas, las cuales fueron medidas en su longitud, y entonces el Mayor Gutiérrez Flores, utilizando una pizarra portátil y con los datos obtenidos de la longitud de las huellas de frenada, empleó una formula pre-establecida en el Manual que sobre el particular había provisto la USAID, y de esa forma determinó casi con una precisión matemática la velocidad a la cual se había estado desplazando el automóvil, corroborado por el mismo velocímetro donde se había detenido la aguja indicadora.

Ésto para mí personalmente, marcó definitivamente la especialidad que escogería y que a la postre, fué con la que dediqué la mayor cantidad de años de servicio a la Guardia Civil, y con la cual con bastante orgullo y satisfacción, pude representarla en cuanta ocasión se requirió la voz especializada en materia de investigación y reconstrucción de accidentes de tránsito.

La 50-CGC-UIAT -50 Comandancia de la Guardia Civil – Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito- se creó casualmente un 15 de Abril de 1968, siendo su Planta Orgánica la siguiente:
Primer Jefe:
Comandante GC
Ruben Blancas Lara
Segundo Jefe:
Mayor GC Manuel Sevilla Aspillaga
Jefe de Servicios
Capitán GC Francisco Ortega Martínez
Tenientes GC:
Javier Del Busto Duthurburu
José Freyre Sotelo
Luis Del Aguila Vásquez
Guillermo Cabrejos Torres
Alfereces GC:
Fernando Dianderas Ottone
Carlos Iriarte Chávarry
Jorge Ramella Burgos
Hugo Gallardo Flores.

Al frente de ésta Unidad Especializada estuvieron entre otros, muy destacados Jefes, tales como Manuel Núñez y Carpio, Leonidas Zúñiga Núñez, Roger Alvitez Falcón, Javier Del Busto Duthurburu, José Freyre Sotelo, Julio Santillan Valdivia y Francisco Ortega Martínez. Éste último fué quien le dió una nueva tónica a la Unidad, convirtiéndola de forma paralela, en una Unidad de Instrucción. Desde ese momento es que se eleva enormemente su prestigio y se difunde la Especialidad a nivel nacional, ya que fué requisito indispensable para el Personal que prestaba servicios en las Secciones Tránsito de las Comisarías y en los Grupos Móviles de Investigación de Accidentes de Tránsito en provincias, el haber seguido por lo menos, el Curso Básico – TEBIAT, (Técnicas Básicas de Investigación de Accidentes de Tránsito).

Todo miembro perteneciente a la 50-CGC-UIAT, era técnica y científicamente capacitado para desempeñar sus funciones, que iban desde ser Jefe del Equipo Móvil EMI, el Adjunto, el fotógrafo y el chofer. Los Informes Técnicos, eran el resultado de una prolija y exhaustiva investigación, que como documento de prueba, se adjuntaba al entonces Atestado de denuncia al Poder Judicial. Antes de ser evacuado a la Comisaria, era revisado por el Jefe de Sección y pasado al Jefe de Servicios para una nueva revisión y con la última aprobación, recién se remitía a la Comisaria. Existía una doble revisión fiscalizadora interna para que el Informe Técnico pudiese ser considerado en el Poder Judicial un documento probatorio, idóneo, eficaz y eficiente basado en las técnicas y en la ciencia, motivo por el cual, nunca fué refutado en ninguna instancia.

La UIAT elevó su nivel de capacitación al haber instituido el Curso Especializado de Investigación de Accidentes de Tránsito y Acciones Preventivas – CEINATAP, al cual accedían solamente en estricto órden de mérito después de aprobar el Curso Básico y éste se dictaba una sola vez al año por cuanto tenía una duración de tres meses, de septiembre a noviembre, mientras que el Básico era solamente de un mes entre marzo y agosto. Para éste Curso Especializado se contaba con la colaboración de diferentes profesionales, cuya función específica guardaba una relación directamente aplicada a la investigación de los accidentes de tránsito.

El staff de profesores estaba integrado por señores Médicos, Ingenieros Mecánicos, Ingenieros Viales del Banco Mundial que apoyaban por Convenio al MTC, Abogados, Físicos, fabricantes de toda clase de autopartes, llantas, ensambladoras y distribuidores de vehículos, fotógrafos profesionales, dibujantes, etc.

Uno de los mas destacados profesores y pioneros que tuvo la 50-CGC-UIAT, fué sin duda alguna Alfredo Cossi Bunsen, quien era un convencido, que la Capacitación Especializada del personal de la Guardia Civil en materia de investigación de accidentes de transito, debía dar como resultado final después de un proceso, el tener al frente de todo lo que se denomina Control de Tránsito en nuestro medio, a un Administrador Policial de Tránsito. El sería el encargado del control y la Dirección del Transito y del Transporte a nivel nacional, por lo que luchó hasta lograr crear la Escuela Superior de Tránsito de la Guardia Civil, la ESUTRA-GC, de donde egresaron solamente cuatro Promociones.

¿Qué pasó después? ¿Por qué el Comando Institucional no apoyó la continuación de todas éstas etapas de capacitación y especialización en materia de tránsito? La llamada «unificacion», que realmente fué una «reorganización», creo que fué la razón. Hoy continúa la UIAT, aunque sin tanta ampulosidad ni apoyo de la Superioridad, ya que parece se confía en la auto capacitación del personal y no en la didáctica. Se le agregaron otras denominaciones,aunque en realidad mantiene sus funciones para la que fué creada.

¿Acaso es más importante el apoyo a Unidades Policiales donde el esfuerzo físico es la base de la función? ¿Acaso sólo la Policía debe combatir a la delincuencia común, al narcotráfico y al terrorismo? ¿No es la prevención una función policial reclamada en éstos últimos tiempos? ¿Cómo prevenimos si no conocemos las causas? Pues hay que investigar, para que conociendo las causas que producen un hecho, se pueda prevenir la comisión del mismo. Nos está tocando vivir una época, donde un virus se ha convertido en una Pandemia, y vemos que los errores y desaciertos cometidos en su «prevención» son la causa de los miles de muertos y contagiados. Los accidentes de tránsito también necesitan de medidas preventivas positivas y urgentes, al haberse convertido igualmente por sus consecuencias mortales, en una epidemia por ahora con proyección a una «pandemia».

Últimamente el morbo se apodera de la sociedad al leer en primera plana de los diarios y en espacios centrales de noticieros radiales y televisivos, los hechos que atentan contra la llamada Seguridad Ciudadana. ¿La Seguridad Vial acaso no es también importante para el normal desarrollo de la sociedad peruana en su conjunto?

¿Nos hemos puesto a pensar sólo en lo que va de éste 2023, cuántas personas han fallecido por las acciones delictivas enunciadas anteriormente y cuántas a causa de los accidentes de tránsito? Mientras que en los primeros los casos son aislados en cambio, los accidentes ocasionan en su conjunto, hay un mucho mayor número victimas. Tal vez periodísticamente sólo sean cifras estadísticas y no tan importante el número total de victimas por accidentes de transito, salvo que en ellos, se vean involucrados periodistas, políticos, ó personajes de la farándula ó del deporte, ó por otras razones, que sirvan de psico sociales cual «cortinas», donde si se les da la primera plana.

La diferencia estriba, en que en los casos de muerte por parte de uniformados servidores de la patria, se aprovecha para el escarnio ó la fácil critica política para quienes tuvieron la responsabilidad de tal ó cual operación militar – policial y sentirse satisfechos al final, si éstos son sancionados ó removidos de sus puestos. En los accidentes de transito, ¿a quién ó de quién se sentiría satisfecha la prensa en caso de los numerosos muertos ocasionados? Debe tenerse en cuenta, que éstos se establecen en primer lugar, como homicidios culposos, porque si es denominado “accidente”, es porque no hay intención; en aquellos casos en que existen agentes externos que coadyuvan al hecho, tales como el alcohol y/o las drogas, éstos tienen una sanción como agravante. La velocidad excesiva simplemente se considera osada ó negligente que podría ser ó no determinante en el hecho, pero que lamentablemente no modifica el que se catalogue sólo como accidente.

Existen las responsabilidades compartidas en aquellos casos donde los peatones son probadamente negligentes ó por estar éstos bajo los efectos del alcohol y/ó drogas. La culminación de una investigación de accidente de tránsito, se da cuando la Policía determina las causas y señala la responsabilidad mas no la culpabilidad del infractor. Es el Poder Judicial quien debe determinar la culpabilidad de un hecho.

¿Podrá éste nuevo Comando Institucional y los que le sigan, devolverle a la Policía Nacional el contar con una prestigiosa, renombrada y necesaria Unidad de Prevención e Investigación de Accidentes de Transito, dotándosele de los mas modernos instrumentos para llevar a cabo, exitosa y eficientemente su labor? ¿Podrá diseñarse una estrategia planificada de capacitación y tecnificación a todo el personal que vaya a prestar servicios en ésta especialidad del tránsito? Al menos en la actualidad se ha ampliado en las siglas denominativas a las funciones inherentes a ésta «Pequeña Gran» Unidad Especializada de Investigación de Accidentes de Tránsito, como una División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito – DIPIAT, que ratifica lo que originalmente se realizaba cuando se creó hace ya 55 años la 50-CGC-UIAT.

Por el bien de la PNP y teniendo en cuenta que el tránsito representa la dinámica del progreso en una sociedad, la Policía Nacional y no las Municipalidades, debe estar paralelamente capacitada para poder controlar éste, y cuando se quiebre el Control, poder investigar las causas que originaron tal hecho para luego emitir sugerencias de Prevención a todo nivel.

A una mayor Educación Vial, un menor número de accidentes de tránsito “INVESTIGAR PARA PREVENIR” es el lema de ésta Unidad, la DIPIAT-PNP. a quienes anticipadamente les expreso mis sinceras felicitaciones por su LV Aniversario de creación éste próximo 15 de abril.
Es mi opinión.
José Valdivia Sotomayor.
-Técnico Especializado en Tránsito, Transporte y Seguridad Vial
-Perito en Investigación y Reconstrucción de Accidentes de Transito
-Diplomado en la Escuela Superior de Tránsito de la Guardia Civil del Perú
-Catedrático

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