GUIAME 1966

PROMOCION 1966 TNTE. GC GUILLERMO ALCANTARA MENA

El tránsito vehicular problema endémico del Perú


TRAFICO EN LA AVENIDA ABANCAY.

 

Tal vez una de las principales y mayores causas de muerte en el Peru y en el mundo entero, sean aquellas ocasionadas como consecuencia de los accidentes de tránsito. De allí, que la Prensa en general, en forma periódica y aprovechándose del natural morbo humano, utilize las portadas, titulares y primeras páginas de los medios de comunicación masiva, para resaltar estos hechos, que de por si ya se han convertido en un grave flagelo para la humanidad.

 

La Organización de las Naciones Unidas, ONU, por medio de la Organización Mundial de la Salud, OMS, ya la considera desde hace algunos años, como una EPIDEMIA en determinados países y que va camino a una PANDEMIA. Según la propia OMS, en un año mueren aproximadamente un millón 200 mil personas a consecuencia de los accidentes de tránsito y de ellos, los jóvenes entre 15 a 29 años de edad, ocupan el primer lugar. Tal es su interés tomado sobre ésto, que considera a los accidentes de tránsito, como la tercera Causa de muerte en el mundo detrás de las enfermedades Oncológicas y Cardio Vasculares. Las llama las tres «C» de la muerte: Cáncer, Corazon y Circulación.

 

Como quiera que mi especialidad policial, que data de mas de 43 años de experiencia como Perito en investigación y reconstrucción de accidentes de tránsito, que por ser una actividad netamente dinámica, hace que me encuentre atento y actualizado sobre el particular, y que mi preocupación sea permanente en las medidas preventivas, medidas que solo se determinan cuando se establecen las causas que lo originan. Considerando que la investigación de los accidentes de tránsito es una de las grandes responsabilidades de la policía, Función específica legalmente asignada de manera exclusiva a ella, donde sus Conclusiones investigativas siempre fueron, han sido y son determinantes para que se tomen las debidas acciones preventivas, que sólo tienen por finalidad, la de atenuar y disminuir los denominados accidentes de tránsito y consecuentemente, disminuyan las cifras alarmantes de muertos, heridos, daños materiales, reparaciones, curaciones y tratamientos medicos tanto físicos como mentales. Es así, como en ésta actividad de investigación, se llegan a determinar las Causas que los producen, y que de acuerdo a su importancia, son consideradas como Factores Contributiuvos y Determinantes en consumación del hecho.

 

El tránsito como tal, enfrenta un sinnúmero de problemas ocasionadas generalmente por el propio usuario de la vía, tales como conflictos en la circulación entre los que destacan, los congestionamientos, la falta de lugares de estacionamiento, la sobrecarga vehicular en vias de diseño y construcción antiguas, infracciones a las normas del tránsito y del transporte y, que de hecho, requieren estos problemas una atención y solución inmediata. Solamente como dato referencial les puedo decir, que luego de varios estudios realizados solo en el caso del diario padecimiento actual de la población, con la construcción de nuevas vias de circulación y los desvíos implementados muchas veces sin planificacióin previa, ocasionan pérdidas que superan los $6,500 millones de Dólares Americanos, más de 20 millones 400 mil Nuevos Soles.

 

Me detengo en éste hoy importante problema del tránsito de nuestra ciudad Capital, en razón a la insoportable congestion vehicular que origina pérdidas de horas-hombre por el retraso en el ingreso a las labores diarias, el consumo desmedido de combustible, la contaminación ambiental que perjudica la salud de la población y la alteración del sistema nervioso de todas aquellas personas que se enfrenten a la vía pública, ya sea como peatones, pasajeros o conductores.

 

Lo que mi contínuo interés en el tema me llevó a descubrir, es algo que ni remotamente estuvo en mis sospechas por la finalidad que tiene, sinó que tuvo mi constante preocupación del porqué las Autoridades competentes, llámense Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Gobiernos Regionales y las Municipalidades Provinciales y Distritales, no ponían énfasis, interés ni empeño en solucionarlo, y que por el contrario disponian acciones contradictorias, tales como desvios y/o construcciones o reparaciones inadecuadas e ineficaces para la solución de la problemática congestion vehicular.

 

Lo que descubrí, lo pongo a consideración y conocimiento de todos para que así tal vez, entendamos y comprendamos, que la Función de la Policía y muy en particular, de la Policía de Tránsito como Autoridad, no sea la única y exclusiva responsable de lo que nos exaspera a todos diariamente, como es la congestión vehicular. Se podría pensar, y de hecho creo que es así como se piensa, que en Lima existe una sobrecarga vehicular desmesurada y descontrolada, sobre un área de circulación conformadas por Vías Expresas, Avenidas, Jirones, Calles, Pasajes y hasta trochas carrozables donde hasta ahora no se han construído o asfaltado porciones circulables. Dentro de ésta creencia, pensamos que una mala administración de Permisos de Circulación para todas las clases de taxis que hoy existen, desde los Remisse, los de Estación, los Libres y hasta los «piratas», han coadyuvado a recargar las vias de nuestra «Tres Veces Coronada Villa»; que las persistente anarquía del transporte urbano en la superposición de Autoridades donde cada una de ellas, Lima Metropolitana, Callao y Huarochirí, dictan disposiciones y otorgan Rutas en perjuicio de la circulación vehicular pero con la anuencia lógica de los usuarios que se han acostumbrado a la superposición de Líneas de Transporte, a tomar estos Servicios improvisando cualquier lugar como Paraderos y no respetar los debidamente Autorizados, y algo que va contra la propia salud personal, la de no tener el hábito de caminar. Todo lo quieren en el lugar que lo desean.

 

Se multiplican las infracciones en los Montos, se amenaza a los conductores con sanciones mucho más drásticas, se intenta sancionar a los peatones futuros pasajeros y todo es en vano. Se diseñan «Corredores» para el transporte público con la improvización de siempre, se autorizan rutas que un nuevo gobierno municipal desestima, se inician construcciones de vias nunca antes programadas y ni siquiera anunciadas, pero no se culminan las ya anteriormente empezadas, con la clásica crítica netamente política, contra la gestión anterior. Para muestra solo debo señalar al «Proyecto de la Costa Verde», proyecto aún, porque a pesar del tiempo en años, del número de pasadas gestiones políticas encargadas, de la inmensa cantidad de dinero en Dólares Americanos invertidos y gastados inutilmente, primero en un relleno de arena artificial y segundo en una construcción de un nuevo carril con el consiguiente enrocado que motivó una Multa, aún no se pone un final felíz para los usuarios; la construcción de un By-Pass en la intersección de las Avenidas Arequipa, 28 de Julio y Arenales que tomó por sorpresa ya que no estaba presupuestado ni previsto. Todos éstas obras se enfrentan a la lógica crítica poblacional por la falta de planificación integral urbana, una prueba más de lo que a continuación voy a exponer.

 

Para muchos es conocido por películas y series televisivas, que una de las ciudades en los Estados Unidos, específicamente Nueva York, lo mas distintivo son sus Taxis de color amarillo que pululan por todas sus calles y que motivaron una película llamada «Taxi Driver» donde se puede apreciar las viscisitudes de éstos conductores y las peripecias que pasan a diario. Parecería que existen muchos, tal vez muchísmos mas taxis en Nueva York que en nuestra Lima, y no es así. A pésar que tenemos casi la misma área geográfica, en Nueva York solo existen 30 mil taxis y en Lima la astronómica cantidad de 230 mil. Son 200 mil taxis más y aunque muchos seguramente justificarán a los informales ya que es el nuevo medio de sustento familiar, si los descontamos, nos quedarían 90 mil taxis formales, debidamente registrados y autorizados por la MML. El triple de los que circulan en Nueva York, donde todos son formales.

 

¿Porqué esta diferencia?

En el mundo entero, existen ciudades que se asemejan en dimensiones a las de Lima y que inclusive el número de taxis es aparentemente igual o superior, pero no lo es por su organización. En la «Gran Manzana», nombre con el que es conocida la ciudad de Nueva York, pareciera que en lugar de existir una gran congestión vehicular, fuese una congestión peatonal. El porqué de esa notoria diferencia, es que en Nueva York las autoridades competentes entienden, que el transporte masivo integrado es de suma y vital importancia para la marcha de la ciudad y eso hace que funcione mucho mejor que aquí en Lima. La actual administración municipal, con su persistente anterior concepto de la reforma del transporte, no la ha radicalizado y en lugar de disminuirla, y aquí va mi razonamiento muy personal, ha iniciado la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima, la cual durará aproximadamente dos años y que sera totalmente subterránea. Ya estamos viviendo las consecuencias de ésta obra con los ¿planes? de desvío llevados a cabo por la MML y que obligan a la Policía de Tránsito a multiplicar sus esfuerzos y efectivos para tratar de aligerar el tránsito y eliminar en lo posible la congestion vehicular.

 

¿Saben ustedes que de conformidad al Banco Mundial y con los datos del Parque Automotor peruano y con relación a su población, existen sólo 73 vehículos por persona en el Peru? Así es que, con tantos vehículos circulando por Lima se puede pensar equivocadamente, que somos uno de los países más motorizados del mundo, Pero el propio Banco Mundial, según sus Estudios realizados en el 2010 determinó, que el pequeño Estado europeo de San Marino tenía ese año 1,263 vehículos por cada 1,000 pobladores, es decir, más motores que ciudadanos. Australia no se queda atrás ya que con 723 vehículos por cada 1,000 habitantes, está dentro de los diez primeros. Holanda, aunque algo desconocida, por tener esta clase de problemas de congestion, tiene 528 vehículos por cada 1,000 pobladores.

 

No debemos olvidar, que no hace mucho, el Discovery Channel mostró al mundo entero su documental «Don´t Drive Here», que traducido dice: «No Manejes Aquí», mostrando a Lima como una ciudad peligrosa por la enorme congestion vehicular y la conducta por demás osada y negligente de los usuarios, especialmente los conductores, donde se sufre un caótico tráfico. Nos compara negativamente con las ciudades de Namibia, Turkmenistan y Suazilandia, que teniendo muchos mas vehículos por habitantes, no parecen sufrir lo que nosotros en materia de congestion vehicular.

He aquí mi conclusión: al parecer algunas autoridades han encontrado la manera sui géneris de aprovechar esforzadamente, que la gestión en materia de tránsito y transporte sea la menos estratégica del mundo. Pareciera no haberles importado a las Autoridades Políticas, la experiencia específicamente de aquellos países con muchas veces más el número de vehículos que nosotros y que éstos se hubieran coludido con los importadores de vehículos considerados chatarra en los países de donde los compran, con los empresarios de transporte de pasajeros y carga, y sobre todo con las autoridades municipales de nuestro país, quienes después de haber leído el Estudio del Banco Mundial, se hubiesen puesto de acuerdo para sacar un provecho económico muy particular para sus propias arcas, convirtiéndolo en un gran negociado. Hacer dinero, mucho dinero, incentivando la congestion vehicular y paralelamente, desalentando a una inmensa mayoría de la población que quiere caminar, montar bicicleta y utilizar un bus o subirse a un Metro como medio de transporte. Un gran negocio éste de fomentar la congestion vehicular en el Peru.

 

Leí un comentario de un usuario mediante su publicación en twiter que dirigiéndose a quienes tienen la competitividad del ordenamiento vehicular, decía: «Si a usted le encontraran grasa en las arterias, señor Alcalde, no iría directo al quirófano para que se las hagan mas anchas. Seguramenbte probaría un cambio en su forma de vida».

 

Pues yo creo que eso es lo que necesitan y requieren nuestras ciudades. Para una mayor Seguridad Vial, se requiere una mejor e integral Educación Vial, porque así como para la Defensa Civil, un mejor y responsable comportamiento en la vía pública, también es TAREA DE TODOS.

 

Cordialmente

José Carlos Manuel Valdivia Sotomayor.

DNI 10312625

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