Existe un dicho popular que dice: «El papel aguanta todo», y yo añado, que el higiénico es la prueba. Lo traigo a colación, con relación a supuestos y determinados dispositivos legales, tales como «Proyectos de Ley» que presentan los Congresistas, que finalmente sólo sirven para la estadística de la producción congresal y sobretodo para el cobro del emolumento que le corresponde.
La «penúltima» noticia (en nuestro acontecer político nunca hay «ultima»), nos dicen que el Ministerio Público ha encontrado en la memoria de una impresora en una oficina del 3er. piso de Palacio de Gobierno, frente al Despacho Presidencial, una copia de un Decreto fechado el día 7 de diciembre del 2022, donde Pedro Castillo Terrones, entonces Presidente de la República declaraba el cese del Congreso y convocaba en seis meses, -4 de junio 2023- a nuevas elecciones congresales. Ésto coincide con el «Mensaje a la Nacion» de dicha fecha, lo que sin lugar a dudas, nos demuestra que todo estuvo premeditado y que la frustración del éxito, se debió a un exceso de confianza y una notoria estulticia por parte de los involucrados.
Sin apartarme del tema que concierne a mi comentario el dia de hoy, me pregunto: ¿Para qué tantas leyes? si éstas van a ser meramente interpretativas, tal y como nos lo dicen y quieren que creamos que es así, los abogado defensores, en éste caso de Pedro Castillo, de los Congresistas acusados de «niños» y «mochasueldos», de quien se excede en las inasistencia al Pleno, por aquellos que viajan al extranjero en su semana de «representacion», de los que participan y votan virtualmente estando residiendo en el exterior, de los que colaboran con la justicia con declaraciones contradictorias y confusas, y otras por el estilo, de donde entonces se establece, que habrán tantas interpretaciones como Abogados defensores existan.
Creo, que la solución sería, «hacer que se cumplan literalmente todas las leyes» y se acabó tanto discurso y figuretismo periodístico.
Creo que el grave problema está en el otro Poder del Estado, el Judicial, que mientras campee la corrupcion dentro de éste, con el favor del «caviarismo» que se encuentra enquistado en él, la delincuencia de todo tipo, dentro y fuera del gobierno ó del Sector Público especialmente, seguirá paseándose por la Casa de Pizarro, por el Poder Ejecutivo, por el Congreso, por el Palacio de Justicia, por el Poder Electoral, por la Junta Nacional de Justicia, por la Defensoría del Pueblo, por la Procuradoria de la República, así como por las calles de nuestro País, como San Pedro por su casa, mientras que el Ejecutivo, en su omnibulante ideología política proveniente del «Ideario» del Partido Político «Perú Libre» con el que postuló y llegó al Poder, y en su estulta soberbia, se empeña, a pesar de decir para las tribunas lo contrario, en desprestigiar y no empoderar, a la Policía Nacional del Perú, no preocupándose en atender sus necesidades logísticas más elementales, como lo son los equipos de comunicacion idoneos, armamento y munición modernas y en cantidad suficiente, equipamiento logístico ad-hoc, atenciones de salud, vivienda, educación, aumento real de remuneraciones, instalaciones adecuadas e idóneas, con las comodidades mas indispensables tanto para uno u otro sexo del personal. Basta de discursos ó posturas demagógicas de controlar personalmente los servicios por parte del Ministro del Interior, que a pesar de ser un Oficial General PNP en Situación de Retiro, esa no es su función, sinó que lea y se aprenda de memoria el Manual de Organización y Funciones del Ministerio del Interior. Que se deje de mangonear a los SS.OO.GG. de la PNP manifestando que no quiere Generales de escritorio, pues entonces que reactive las especialidades y conforme a la premisa de la Administración de Personal, coloque al hombre adecuado al puesto adecuado ó vice-versa, pero ya. Nada de experimentos que de eso ya sabemos que no lleva a nada.
Que tenga en cuenta el Señor, Ministro del Interior, que su función es la de administrar a la PNP y no de dirigirla, que esa es propia del Comandante General PNP y de quienes integran el Alto Mando en SituacióndeActividad, que dista mucho de aquellos, que por tenerla bajo su poder político, tratan de dirigirla.
Es mi opinión, salvo mejor parecer.
José Valdivia Sotomayor.
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