Creo, y si mal no recuerdo, desde mi juventud que siguió a mi adolescencia y hasta esta etapa de mi vida felizmente bien vivida y con una juventud bastante acumulada, escuché decir y lo leí también, que cuando a alguna persona le parecía vergonzosa alguna acción u omisión de otra, solía decir: “Siento vergüenza ajena”. Del mismo modo escuché, y esto cuando ya prestaba mayor atención a los vaivenes de la política, aquello de: “Cada país tiene el Presidente que se merece”, y que bien lo podríamos ampliar al género femenino y también a globalizar los cargos y funciones políticas, para todos aquellos que son elegidos y para quienes son designados en base a la “dedocracia”, como son los denominados cargos o puestos de “confianza”. Confianza será para el que los nombra o designa y no para el resto de la población.
Con relación a la vergüenza ajena, estoy plenamente de acuerdo con ella, ya que, si el comportamiento por acción u omisión de una autoridad, sea cual fuere su cargo, perjudica a la imagen de la institucionalidad o a la gobernabilidad, y este hecho trasciende fuera de nuestras fronteras a conocimiento y crítica de otros países, con la perjudicial interpretación de lo que sucede o pueda suceder al interior del nuestro, entonces si debo de “sentir vergüenza ajena”, ya que considero que el autor o responsable de este despropósito, es o debe ser un “sinvergüenza”, al aprovecharse del cargo para hacer algo malo o para dejar de hacer algo bueno, y lo peor es, que se resiste a reconocerlo o a pedir disculpas públicas. ¿Vanidad? ¿Soberbia? ¿Orgullo? Eso habría que analizarlo en su momento.
El otro punto de este comentario, sobre el merecer al Presidente o a cualquier otro funcionario público que se ampare bajo el denominado Poder Político, eso sí que me resisto a aceptarlo. Yo no me merezco el Presidente que el Perú tiene actualmente, ni a todos aquellos empoderados que desempeñan funciones públicas por haber sido elegidos por alguna mayoría electoral, ni de aquellos muchísimos otros que basados en las relaciones familiares de hasta cualquier grado de consanguinidad, por amistad, por compadrazgo, por pago de favores políticos, o por repartijas bajo la mesa, han sido y son designados simplemente a dedo. ¿Meritocracia? ¡No! “dedocracia”.
No merezco a este actual Presidente en primer lugar, porque yo no vote por él. No merezco a un Presidente que estuvo al tanto y dirigió a su hermano de padre y madre, a tomar la ciudad de Andahuaylas y someter a los Policías destacados en la Comisaria, hasta el punto de asesinar a cuatro de ellos en forma salvaje, para luego pasear sobre un vehículo policial capturado, el cuerpo inerte de un Policía fallecido como trofeo de guerra, aprovechando para azuzar a la población con frases como:
“así mueren estos perros”. Los videos y diarios dan fe de todo ello, así como las declaraciones de su hermano Antauro Humala. ¿Acaso debo merecer a quien estuvo de acuerdo con asesinar a mis hermanos Policías? ¿Debo ser merecedor de un Presidente que dirige un levantamiento de armas en la localidad de Locumba contra el Presidente legal y democráticamente elegido y que coincidentemente se produce horas antes del mismo día en que fugó del país Vladimiro Montesinos Torres en el yate “Karisma” desde Ancón cual cortina distractora, y que horas más tarde el Cuartel de Locumba recibe una llamada telefónica hasta la fecha no aclarada, desde el celular del propio Montesinos Torres cuando ya se encontraba en alta mar rumbo a Panamá? Debería tenerse en cuenta que luego de esta asonada, fue el propio Comandante General del Ejército quien se entrevista con el revoltoso entonces Capitán EP Ollanta Humala Tasso y sospechosamente no fue ni enjuiciado ni detenido, ni sancionado. No lo merezco definitivamente. No merezco un Presidente que bajo el apelativo de “Capitán Carlos” dirige una operación militar en Madre Mia donde desaparecen muchos pobladores y que tiempo después aparecen asesinados. Hoy al parecer, un Poder Judicial a todas luces hipotecado con el Poder Político del cual forma parte sustancial el Poder Ejecutivo, lo ha exonerado de todo cargo contra él y por ende de ninguna responsabilidad judicial por ahora. ¿Debo merecer a un Presidente que menosprecia a la población estudiantil universitaria, con necesidades de primer orden pero con un gran esfuerzo más que nada económico, hacen a un lado estos problemas y por el contrario, ponen sus ansias de superación personal y familiar, para dedicarse a estudiar, para ingresar a una Universidad a su alcance, y reciben como respuesta del Primer Mandatario de la Nación, una pública burla contra ellos llamándolos estudiantes de “universidades de medio pelo”? Quien pertenece a una Promoción de 63 compañeros y egresa con el número 58, a solo cinco del último, ¿no debería ser considerado un Subteniente de “medio pelo”? No merezco un Presidente que amparado en su alto cargo y con total desfachatez y cobardía, tilda en forma general a toda una Institución Policial como “corrupta y delincuente”, por el accionar de unos cuantos Policías, y que hasta el momento no se ha llegado a probar ni siquiera la responsabilidad de un presumible ilícito, ni mucho menos quien o quienes solicitaron ese irregular Servicio de custodia y/o vigilancia, pero que peor aún, en forma totalmente autocrática y abusiva, da de baja sin el Debido Proceso a los supuestos implicados, Oficiales Generales y Superiores de la PNP. Algunos pocos días antes, y también como en el caso expuesto, la denuncia fue hecha por un programa periodístico sobre el robo de combustible del Estado asignado a vehículos de la DIRCOTE, donde, como en el caso que antecede y por el cual fue removido por su propia renuncia el entonces Ministro del Interior, se entera del hecho por este medio periodístico y solo atina a “remover” a 15 implicados, entre ellos dos Oficiales y 13 Subalternos, pero sin tocar al verdadero responsable de todo lo que suceda en su ámbito jurisdiccional, cual es el Jefe de la DIRCOTE, como sucedió con el General PNP Luis Praelli como Jefe de la Región Policial en el caso Oscar López Meneses; ante esta situación, al día siguiente brinda la “gran noticia” que se ha dado de baja y denunciado a los tres Subalternos cuyos rostros aparecen en los videos del programa televisivo, pero del General Jefe de la DIRCOTE, simplemente nada y mucho menos del Director General de la PNP Jorge Flores Goycochea, quien en realidad ha demostrado una total ineptitud, pasividad, falta de liderazgo y sometimiento al Poder Político. Realmente no merezco a un Presidente que abusa de su Poder mediático. No merezco a un Presidente que se hipoteca políticamente sometiéndose al gobernante de turno de la República hermana de Venezuela, convocando a la inclusión del solitario Estado comunista que queda sobre la faz de la tierra, cual es Cuba, para que integre la UNASUR y luego presidir esta entidad de “amigos caviares” para crear el CELAC, única y exclusivamente para que pueda participar Venezuela. Se dice con mucha razón, que fue el difunto Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frias quien financió la campaña eleccionaria en el 2006 del Partido Nacionalista, creado por el Presidente Ollanta Humala y cuya actual Presidenta es su esposa la señora Nadine Heredia, quienes perdieran las elecciones ante la arremetida aprista, pero que ahora el actual inmaduro Presidente venezolano le quiere cobrar factura, por lo cual, y después de muchas solicitudes y pronunciamientos de todos los estamentos del país, el Perú se manifiesta muy tibiamente con frases más que amigables sobre el comportamiento autócrata y dictatorial del Presidente Nicolás Maduro, sin la contundencia como suele hacerlo, cuando se expresa contra sus adversarios políticos de contienda, contra los maestros, contra los médicos y enfermeras, contra los empleados públicos y contra la Policía Nacional, contra los retirados en general y contra las viudas e incapacitados de las FFAA y PNP. Aquí si quiere demostrar aparentemente una valentía, de la cual sabemos carece. No demostró esa supuesta energía cuando el propio Nicolás Maduro amenazó al Canciller peruano Rafael Roncagliolo y a los pocos días fue defenestrado, ni cuando el Embajador ecuatoriano vejó en nuestro país a una señora en un local comercial, cuyas cámaras de vigilancia captaron toda la secuencia agresiva, pero que ante la férrea defensa del propio Rafael Correa, Presidente del Ecuador, el que fue removido de su cargo, fue el Embajador peruano en Ecuador. Hoy con el escándalo provocado por las propias declaraciones del Presidente Ollanta Humala referentes al espionaje chileno, quienes corrompieron a Marinos peruanos para que traicionaran a su Patria, que en un afán de recuperar la ya perdida confianza del pueblo en su persona, quiso utilizar el espíritu patriotero y lanzó amenazas y frases duras contra nuestro vecino país del sur, pero ahora sale a dar un Mensaje a la Nación, diciéndonos que Chile aceptó su culpa y que expresa sus disculpas y ofrece sus satisfacciones, lo que para el significa, que HA CONCLUIDO EL IMPASE. ¿Cómo merecer un Presidente que ante un caso de espionaje, supuestamente aceptado por la otra parte ofensora, se permite considerar que ello solo es un “impase”? ¿Y su espíritu de cuerpo que supongo se le inculcó en la Escuela Militar de Chorrillos, dónde está? Este supuesto para él “impase” ¿queda así? ¿Cómo quedamos el resto de peruanos bien nacidos ante este atropello a nuestra “intimidad nacional? ¿Cómo reaccionaría si algún fisgón ingresase a su domicilio a enterarse de sus privacidades? ¿Lo denunciaría ante las autoridades competentes? ¿Ha denunciado éste caso de espionaje PROBADO según él mismo declaró, a las Organizaciones de Estados Americanos y Naciones Unidas? No merezco un Presidente que se esconde detrás o bajo las faldas de su esposa, quien muy al parecer es quien realmente gobierna. El apelativo de “cosito” que hiciera famoso su propio padre don Isaac Humala al referirse así de él, pinta de cuerpo entero, que hasta en su propia familia lo consideran un “pisado”. ¿Es justo merecer como Presidente a una persona que es incapaz de gobernar solo de acuerdo a la Constitución y las Leyes y que por “mandato” de la “sabana de abajo” declare que su gobierno es más fácil de dirigir si se hace en forma familiar? Muy convenientemente le cede el puesto de Presidenta del Partido Nacionalista a su esposa, pero ella “borrachita de poder”, como la llamó su suegro, mal entiende el cargo y arremete a ejercer funciones presidenciales, no solamente de su partido político, sino del Perú para lo cual NO FUE ELEGIDA. Pero como de costumbre, la política del avestruz de nuestro Presidente “cosito” este se va de viaje siempre que suceden situaciones difíciles y convenientemente le toca viajar bien lejos. Entonces la Primera Dama con una “locura de atar” se despacha a su gusto y desdice al Primer Ministro en funciones políticas, y no como se pretende hacer creer, que solo hace declaraciones que por derecho tiene todo ciudadano con las libertades de opinión y de expresión o como presidenta de su partido, sino que, a la pregunta del periodista sobre el aumento del Sueldo Mínimo Vital -SMV, dijo: “Eso no está en agenda”. ¿Cómo lo sabía si no es funcionaria pública ni Ministra? Pues se irrogó derechos que no le competen y lo hizo ilegal e inconstitucionalmente. Pregunto: ¿Cómo se tomaría unas declaraciones similares en el supuesto que ella fuese la Presidenta del Perú y su esposo el “Primer Caballero” por decirlo de algún modo? Seguramente levantarían su voz de protesta todas las mujeres, el periodismo, aunado a la oposición, y hablarían tal vez de machismo. Como puedo ser merecedor de un Presidente, que por formación pertenece a un Instituto de las FFAA y por ende es colega y camarada igualmente de la PNP, y que a pesar de ello, nos niega nuestro justo reclamo de aumento de remuneraciones y pensiones, así como la intangibilidad de la Célula Viva; niega el aumento justo de los maestros; el aumento del sector Salud; el aumento del Poder Judicial; el aumento de viáticos del Poder Legislativo.
Contrario a una VERDADERA INCLUSION SOCIAL, niega los aumentos salariales de todos los antes mencionados y se suma a la negativa del aumento del Sueldo Mínimo Vital, pero DISPONE el duplicar los sueldos de los ministros y otros funcionarios de Estado. Una verdadera vergüenza. No puedo merecer a un Presidente que gobierna familiarmente pero que notoriamente es la esposa quien dirige la Agenda presidencial y da las pautas a seguir, como al parecer lo vemos en el nombramiento de nuevos ministros en este su sexto “nadinete” en tres años y medio. Pública y notoriamente hemos podido apreciar, hasta con festejo incluido después de la juramentación, que es ella quien realmente nos gobierna en paralelo al de su esposo. Ella inmutable y sonriente; el serio y adusto, pero ¿arrepentido? Como merecer a un Presidente así. El Gabinete se forma o es formado, por el PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA y a propuesta de su Primer Ministro. Aquí en el Perú, este Gabinete lo ha formado a sugerencia de su aval, el literato y Premio Nobel, Mario Vargas Llosa con acuerdo y aprobación de la Primera Dama, quien ya había dado a conocer su clase de autoridad en el gobierno, cuando hizo que se le solicitara “Luz Verde” para determinados proyectos, cuando el actual Premier se desempeñaba como Ministro de Defensa; ¿Y el Presidente del Perú? Lo que si MERECEMOS todos los peruanos, es una declaración personal de nuestro Presidente, un verdadero Mea Culpa afrontando su responsabilidad para el cargo al que fue elegido y que nos explique la razón de su comportamiento. Puede nombrar si quiere a su esposa como Primera Ministra y asunto resuelto, pero que ella no solamente lleve tal vez oculta la Banda Presidencial sino también los pantalones, ya es otra cosa. Igualmente, sobre su sospechoso, débil y hasta se podría decir, complaciente anuncio de la solución del “impase” del espionaje realizado probadamente según lo dicho por él mismo y que días antes anunció ir hasta las últimas consecuencias. Hoy en los diarios de circulación y en las demás redes sociales, aparecen notas donde el Gobierno chileno desmiente el reconocer y aceptar haber emitido una respuesta a la Nota de Protesta peruana, en el sentido e interpretación que se le está dando y utilizando el propio Presidente del Perú sobre el particular.
Eso sí que no me lo merezco ni mis compatriotas tampoco y siento VERGÜENZA AJENA por ello.
José Carlos Manuel Valdivia Sotomayor
DNI 10312625
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