Acabo de terminar de leer el Editorial del diario “El Comercio” del día de hoy lunes 20 de enero del 2014, y me pareció bastante interesante, sobre todo, por la forma de exponer la forma en que están “organizados” los Partidos Políticos en el Perú, especialmente, el del Partido Nacionalista del Perú (PNP) al cual pertenece la pareja presidencial, Ollanta Humala Tasso como Presidente del Perú y la señora Nadine Heredia de Humala como actual Presidenta de dicho partido político.
Antes de continuar con mi comentario, quisiera que no se confundan las siglas PNP, que ahora ultimo han dado a utilizar y resaltar los “nacionalistas” del gobierno, con las que se conoce a la Institución Tutelar del Estado a cargo del Orden Interno en el país y por ende a la Seguridad Ciudadana del mismo, me refiero a la gloriosa, sacrificada, discriminada, desairada, humillada, insultada, difamada, calumniada, pero nunca derrotada POLICIA NACIONAL DEL PERU.
Aclarado por cuestión de HONOR de aquellos que conformamos sus filas a la hoy denominada Policía Nacional y sin distingos a que otrora Institución policial pertenecimos, la Guardia Civil o Policía General (PG) o Código 1, la Policía de Investigaciones o Policía de Investigación (PI) o Código 2 y la Guardia Republicana o Policía de Seguridad (PS) o Código 3, es la prueba más que fehaciente, del manoseo político al cual hemos sido siempre sometidos y que lamentablemente contaba con el aval de las Fuerzas Armadas de ese entonces, ya que para ellos solo éramos sus “Fuerzas Auxiliares”. Hoy la situación entre la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas ha cambiado a un mayor estrechamiento de relaciones y apoyo tanto en el servicio como en las coordinaciones de aspectos coyunturales, tales como los justos reclamos sobre las remuneraciones y pensiones que se nos están conculcando injusta e inconstitucionalmente, aunque aún existan algunos miembros de estas FFAA, con ideas arcaicas y algo monárquicas, que se oponen a una real integración, que no le hace mucho bien, no solo a la democracia, sino al Sistema de Defensa Nacional y Seguridad Ciudadana que tanto reclama la población.
La mayoría de los Partidos políticos expresan públicamente en todos sus manifiestos, el ser respetuosos de la Constitución Política del Estado y por ende, del Sistema Democrático que rige al Perú, pero el Editorial al cual me refiero líneas arriba, nos abre los ojos a una diferente realidad y que explicaría, en especial al partido de gobierno, sus despropósitos y constantes cambios y giros de dirección en el cumplimiento de sus promesas electorales, tales como la de ”La Gran Transformación” por la “Hoja de Ruta” actual, tal vez presionado por las circunstancias del momento, pero que peligrosamente vemos como nuevamente la ha retomado.
Dice el editorialista, que quien revise los estatutos de “Gana Perú” –nombre adoptado para las elecciones y que tiene como base al Partido Nacionalista del Perú-, podría darse cuenta que el señor Ollanta Humala, como presidente de dicho Partido político, no tenía impedimento alguno para designar unilateralmente como nueva presidenta de dicho Partido, a su esposa, ya que los estatutos, le otorgan enormes facultades, que le permiten controlar toda la organización a su antojo y necesidades, así como el eliminar a cualquier potencial opositor que amenace su liderazgo. Así pues, tiene la prerrogativa de revocar cualquier nombramiento en los órganos internos de la organización, siempre que considere que “es lo mejor para el partido”; tiene la potestad de llevar los “afiliados invitados” que desee a la Asamblea General, que es el máximo órgano partidario y quien elige al líder nacionalista y nombra a todos los candidatos de Gana Perú; y, tiene el poder de interpretar, dirimir y resolver de manera definitiva, cualquier cuestión relativa a la interpretación del estatuto partidario. Esto no es para nada ilegal ¿todavía?, pues los partidos políticos tienen autonomía en la regulación de sus estatutos, pero es muy difícil imaginar y creer que los partidos funcionan mejor bajo este esquema, ya que no hay competencia, no hay incentivos de control, de fiscalización y que puedan responder a las bases por su gestión. Cuando un partido depende de una sola persona o de una familia, pierde la visión del largo plazo, pierde la base democrática de la elección y se convierte en una cuasi monarquía.
¿Cree el señor Ollanta Humala Tasso que gobernar el Perú, es una extensión de la forma como dirige a su partido político? Si los estatutos de su partido político le permiten dirigirlo cual si fuese una “monarquía”, está totalmente equivocado en que se debe gobernar de la misma manera al Perú. El Perú es un país democrático, que aunque tal vez no sea perfecto, es por ahora el mejor sistema de gobierno en el mundo entero. Es democrático porque la Constitución del Estado así lo señala. Asimismo, y tal parece, que el señor Ollanta Humala pierde rápidamente el norte de la brújula, cuando creo yo, confunde el Comandar un Cuartel con el Presidir un Gobierno, en razón de los continuos exabruptos, principalmente ante la prensa y que ponen en tela de juicio la palabra de Honor de un militar que hoy es el Presidente Constitucional del Perú y que debe actuar y expresarse como tal y no como lo que piensa que sigue siendo. Lamentablemente este señor Presidente ha aprendido muy rápidamente la mala costumbre de los líderes de los partidos políticos tradicionales, cual es la fácil mentira a través de la promesa que a sabiendas va a incumplir. Tal vez ello se le pueda perdonar o pasar por alto como una acción de un “político de marras”, pero, ¿traicionar mediante un engaño ruin y alevoso a sus hermanos camaradas y colegas de las FF.AA. y PNP con la dación de los DL 1132 y 1133? Eso no se le perdonara ni olvidara nunca, y particularmente nosotros los que pertenecemos a la Policía Nacional del Perú siempre tendremos presente sus injustas, desafortunadas, soberbias, petulantes, arrogantes, discriminantes y acusatorios adjetivos de “delincuentes y corruptos” a quienes “daría de baja a todos”, sin prueba fehaciente de culpabilidad o responsabilidad alguna, en el lamentable caso de la custodia o vigilancia irregular al operador “montesinista” Oscar López Meneses y todo sin el debido proceso.
¿Monarquía o Democracia? Es muy difícil que lidere una democracia moderna, quien está acostumbrado a portarse cual monarca dentro de su partido.
¿Comandar un Cuartel o Presidir un Gobierno? También es muy difícil que se presida un gobierno democrático, quien está acostumbrado a comportarse autocráticamente en un Cuartel y donde el superior jerárquico estima que sus órdenes se cumplen “sin dudas ni murmuraciones”.
Es posible que en un Cuartel, el Comandante en Jefe tenga la seguridad y asuma por lo tanto, que es su palabra la última y sin apelación alguna, en el supuesto de decidir la existencia de una posible o probable responsabilidad por algún hecho que este estima no reglamentario, sin que por ello deba someterlo a la justicia o a una investigación previa. Es su palabra como superior jerárquico contra la de un subordinado. En un gobierno democrático existe el debido proceso judicial y debe someterse a una investigación previa antes de emitir una acusación condenatoria. Dar de baja a Oficiales Generales y Superiores de la Policía porque le tiene inquina a una Institución que tal vez considera “auxiliar” sin el Debido Proceso, es una muestra de esta autocracia. Establecer que existe “acaparamiento” de un sector de la Prensa a la cual llamo “vergüenza” para monopolizar las noticias situación que si acepta bajo el nombre de “pluralidad” solo porque se trata de otro sector competitivo de la misma Prensa, es otra muestra de autocracia. Manifestar que no tiene por qué dudar de la palabra de un alto Jefe de la Armada Peruana, pero si pone en tela de juicio las declaraciones de los Jefes de la PNP, también es muestra de autocracia.
¿Son acaso órdenes palaciegas de tipo monárquico, para que se otorguen concesiones de pesca a flotas rusas relacionadas con la visita de su hermano a dicho país? ¿Y la reducción de la Pena de carcelería de su hermano Antauro? ¿Y el sometimiento a la presión del Presidente de Venezuela para destituir a su Canciller? ¿Y la blandura ante el abuso del Embajador de Ecuador en el Perú que termino por retirar al peruano de Quito sin reposición por “orden” del presidente Correa? ¿El “blindaje” al ex presidente Alejandro Toledo a cambio de qué? ¿El nombramiento como Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas a un General EP después que sus antecesores fueron primero un General EP seguido de un Contralmirante de la AP, correspondiéndole por alternancia a uno de la FAP? ¿Viajar a Francia sin autorización del Congreso?
El presidente Ollanta Humala debe de ser consciente de que un líder necesita objetivos claros, transparencia, equilibrio, madurez y tolerancia, que significa, aguantar lo que a uno no le gusta. Se puede ser Jefe de Estado aunque no sea líder y viceversa.
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