Que rápido que pasa el tiempo, pues éste muy próximo 1ro de abril, se van a cumplir 61 años, cuando 50 aún jóvenes peruanos se reunieron en la puerta de entrada de una vieja casona ubicada en la Avenida de los Incas y signada con el 769 en los Barrios Altos.
Dicho inmueble correspondia a lo que fuera la Escuela Nacional de Policía convertida en el Templo del Saber Policial, el Centro de Instrucción de la Guardia Civil, donde funcionaban tanto la Escuela de Oficiales y la Escuela de Guardias de la Benemérita Guardia Civil del Perú, y el motivo de la reunión era, porque todos aquéllos 50 muchachos habían alcanzado las correspondientes vacantes para ingresar a la Escuela de Oficiales como la primera Promoción de Aspirantes a Cadetes conforme a lo planificado por el entonces Director del CIGC señor Coronel GC Julio Samaniego Hilares, gestor de la creacion del nivel de Aspirantes, donde aparte de recibir en su Currícula Cursos iniciales relacionados con la función policial así como el de poder cursar el 5to año de nivel Secundario, para que al final del mismo, ingresar de manera directa al Primer Año como Cadetes.
Es así como empieza la Carrera Policial de ese conjunto de nerviosos jóvenes que provenían de todo el Perú, de variados orígenes. Fuimos una «mistura» que rápidamente se amoldó al nuevo sistema mixto de estudios y empezó a formarse bajo la férrea disciplina castrense. Al finalizar dicho año 1962, fuimos poco más de 40 Aspirantes que logramos pasar de año y convertirnos en el ansiado título de Caballeros Cadetes, que al final del proceso Formativo, cambiaría con nuestra graduación a la de Caballeros de la Ley.
Nerviosos por lo que no sabíamos que iba a suceder, de pronto se abrió la puerta de ingreso a la que se convertiría en nuestro nueva casa y encontraríamos a una nueva familia no sanguínea. Nos dirigieron al Patio de Honor donde se ubicaba el Tradicional Cenotafio en el cual estaban escritos los nombres de todos los Héroes y Mártires, con una llama Votiva permanentemente encendida y flanqueada por dos enormes astas, donde se izaba el Pabellón Nacional.
Tres señores Oficiales nos recibieron y nos hicieron formar en columna de a tres. Luego se presentaron cada uno de ellos. El primero de ellos dijo ser el Jefe de la 5ta Compañía, que eramos nosotros, su nombre, Capitán GC Juan Francisco Valdivia Fuentes, luego lo hizo el Teniente GC Serafín Flores Arce como Jefe de la 1ra Sección y finalmente el Jefe de la 2da Sección Teniente GC Jorge Pimentel Rodriguez. Éstos tres señores Caballeros de la Ley fueron nuestros primeros Instructores en ese año de 1962.
Ese mismo día se iniciaban las clases regulares en todo el Templo del Saber Policial, el Centro de Instrucción, y fuimos testigos del porte militar, marcialidad y uniformidad en los movimientos del resto de Cadetes, cosa que fué destacada por nuestro Jefe de Compañía, quién nos retó a superar a todos y en todo de lo que estábamos viendo, cosa que nos propusimos y lo logramos, convirtiéndose la 5ta Compañía de Aspirantes, la «niña de sus ojos» del Director del Centro de Instrucción GC, Coronel Julio Samaniego, quien disponía la asistencia y participación obligatoria de «sus» Aspirantes a toda Ceremonia oficial.
Durante nuestra permanencia fuimos testigos presenciales de hasta tres Ceremonias de Graduación, en las que resaltaba el momento del juramento que hacían al recibir sus Despachos de Alfereces y la Espada como símbolo delegado de autoridad por el propio señor Presidente de la Republica, y se convertían de inmediato en los nuevos Caballeros de la Ley, para ser los verdaderos profesionales de la Seguridad Pública Ciudadana y del Orden Interno del país.
Esos jóvenes que elevaban su juramento ante Dios y la Patria, para llevar con Honor el sagrado uniforme de la Patria, con la Función específica de proteger al ciudadano haciendo que cumpla las Leyes, así como la de respetarla y cumplirla fielmente, dando inclusive hasta su propia vida, como única recompensa y satisfacción del deber cumplido, fué el norte y el fin Supremo de nosotros quienes conformamos la Promoción de Oficiales Agosto 1966, «Teniente GC Guillermo Alcántara Mena», en memoria de nuestro Patrono, quien fuese vilmente asesinado en Satipo un 9 de Agosto de 1965 por las huestes subversivas pertenecientes al Movimiento de Izquierda Revolucionaria- MIR dirigidas en esos momentos por el terrorista Héctor Bejar al quien desafortunadamente el éste gobierno del golpista comunista marxista, leninista, maoista y seguidor del pensamiento Gonzalo y Mariátegui, Pedro Castillo Terrones lo nombró como Ministro de Estado, como una notoria y nueva afrenta contra nuestra Institución, dada la ideología política del gobernante de turno.
Han transcurrido sesenta y uno largos años y hace un año cumplimos nuestras «Bodas de Diamante» de ingreso, después de los cuales, hoy todos ya en el apacible otoño de nuestras vidas y en la Situación de Retiro, tuvimos a bien decidir el recordar ésta fecha y con ella, rememorar nuestro ingreso al CIGC y sobretodo, a nuestros dilectos primeros Instructores, así como la obligada Plegaria al cielo por las almas de aquellos colegas y compañeros de Promoción que se nos han adelantado en el viaje eterno hacia esa desconocida dimensión de luz, ante el llamado del Jefe Supremo Todopoderoso creador de lo finito e infinito, para que formen parte de su ejército de Ángeles.
¡¡¡ FELIZ ANIVERSARIO DE INGRESO AL CIGC COMO ASPIRANTES A CADETES !!!
José Valdivia Sotomayor.
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