GUIAME 1966

PROMOCION 1966 TNTE. GC GUILLERMO ALCANTARA MENA

NARCO ESTADO


Tan igual como cuando siendo candidato, el «prossor» Castillo prometió en Bolivia darle salida soberana al mar, a nuestro mar, al «Mar de Grau», hizo exactamente lo mismo, es decir prometer, a los cocaleros de la zona del VRAEM donde fué llevado por el «Camarada Che» Ricardo Bermejo, vergonzosamente, actual Congresista de la República, que si llegaba a la Presidencia (ojo, no al Poder), iba a dejar sin efecto la disposición legal que suspende el libre cultivo de las hojas de coca en dicha zona.

Al igual que en Bolivia, dicho acto fué filmado y existe como prueba, y con ello se colige, que ya desde esa época se planeaba, que con actos como el señalado, con premeditación se quería convertir al Perú en un «narco estado» al igual que Cuba y Venezuela.

Cumpliendo, ó mejor dicho, tratando de cumplir lo antes prometido, para poder hacerlo es muy seguro que debe haber pedido el apoyo necesario, a los remanentes de las huestes de «Sendero Luminoso» que quedan en dicha zona a cargo de los hermanos Quispe Palomino, con lo que práctica y oficialmente, Pedro Castillo quiere entregar a «Sendero Luminoso» una zona del Perú, lo cual incluye a la gente honesta que vive allí, los mismos que serían esclavizados, a vista y paciencia de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú que se encuentran distribuidos en las 44 Bases Mixtas para el control y erradicación de remanentes terroristas así como del cultivo de las hojas de coca. De cumplirse éste deseo gubernamental, se correría el riesgo de convertirse la zona y sus administradores, en un nuevo Cártel del narcotráfico y el Perú en un «narcoestado».

De acuerdo con informes de los Servicios de Inteligencia que alimentan de información clasificada a la DINI -Dirección Nacional de Inteligencia (antes SIN), el partido «Perú Libre», que ocupa el Palacio de Gobierno con el profesor proclamado, que tiene la bancada mas grande en el Congreso, aseguran que tiene relaciones muy cercanas y sólidas con los remanentes del «Sendero Luminoso», el ala radical y militarizado.

Hasta el año 2000, el Perú tuvo una parcialmente exitosa política de control de producción de cocaína muy fuerte, la mejor implementada en todo el mundo, con 44 bases militares y policiales contra subversivas en todas las regiones productoras de las hojas de coca y de la producción de cocaína, así como programas de interceptación de aviones sin permiso de vuelo, los cuales eran derribados si no obedecían órdenes. No se eliminó completamente el narcotráfico, pero se logró que no se expandiera hacia otras zonas.

La cocaína como droga, es un producto con una demanda constante y la producción no abastece todos los requerimientos. El mercado global compra todo lo que se produce, siendo los costos de producción muy bajos, pero el producto se encarece por la especulación del precio, al llegar al consumidor final. El mayor porcentaje de la ganancia del negocio ilegal de la cocaína se queda en los países consumidores, que resulta ser no menos del noventa por ciento (90%) del costo final.

Hay que reconocer, que fué la política antidrogas impulsada por el gobierno de Alberto Fujimori, presidente del Perú 1990-2000, la que contuvo al narcotráfico, con el excelente
trabajo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú.

En Julio del año 2000, George Soros financió el golpe de estado contra Fujimori que acababa de ganar una elección, con lo cual seria su tercer periodo, y su éxito se reflejaba en las urnas. Rescató el Perú del caos con medidas simples, una de ellas era reducir el tamaño del Estado y eliminar trabas burocráticas para iniciar negocios y generar empleo. Se enfrentó al Estado profundo y lo desarmó, además de derrotar parcialmente al terrorismo comunista con la fuerza de la ley. El golpe de estado contra Fujimori fue del globalismo. La OEA no lo reconoció como Presidente y una larga lista de lideres tampoco, incluyendo Fidel Castro, Bill Clinton y Hugo Chávez, los mismos que comunicaron no asistirían a su juramentación. Fujimori temía por su vida, se fué y renunció.

Que tuvo una accionar corrupto al lado de Vladimiro Montesinos, no está en duda, y ese es su castigo actual. La deshonra de su apellido y su utilización para que los gobernantes que lo siguieron, lo usaran para lo mejor que desean los políticos: dividir a peruanos de peruanos. «Divide y vencerás» reza una máxima, y ésta es utilizada permanentemente. Si no lo creen, sólo basta mirar al actual gobierno, a su gobernante, a la Clase Política, al Poder Ejecutivo con su Premier que refleja lo que es el resentimiento social a través de la envidia, el Congreso dividido entre oficialismo, «niños malos», «niños buenos», ignorantes de la Constitución y las leyes, Ministerio Público y Poder Judicial sumisos y sometidos, y funcionarios públicos y privados que anteponen el llenarse los bolsillos antes que servir al Perú.

La cereza de éste pastel a servirse por todos los corruptos, es el que se distribuirá o mejor dicho, se servirá, cuando el Perú se convierta en un «Narcoestado».

Si no sale Castillo, Cerrón, y sus cómplices adlateres, vamos directamente a ello, y hoy ya no hay la excusa del temor a una «Asamblea Constituyente».
Despertemos de éste sueño que mas parece de opio, que el de Calderón de la Barca.

Publicado el Categorías Escritos José Valdivia

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